sábado, 19 de junio de 2010

EL EFECTO INVERNADERO

La mayor fuente de radiación que llega a la Tierra proviene del sol. Tiene su origen en el proceso de fusión termonuclear que se produce en el interior del sol a altísimas temperaturas y utilizando hidrógeno como combustible pricipal. Siendo la radiación, esta tremenda fuente energética, la que llega a la Tierra a través de ondas electromagnéticas.
El efecto invernadero es en principio un fenómeno natural, normal e imprescindible para el desarrollo de la vida. Su existencia hace posible que en el planeta reine temperaturas adecuadas para la supervivencia de los organismoss vivos. Pero este fenómeno natural puede convertirse en perjudicial si el hombre no revierte ciertas actitudes y abandona actividades negativas para su propia existencia.
En escala planetaria, la atmósfera refleja, es decir, rechaza parte de las radiaciones solares, otra parte es absorbida por la propia atmósfera y, en última instancia, por la superficie terrestre, que también rechaza una parte en forma de radiaciones infrarrojas.
Como consecuencia de esto, la Tierra y los océanos emiten parte de la energía como radiación infrarroja, que es interceptada por la atmósfera a través de algunos componentes de la misma, como el ozono, el agua y el dióxido de carbono, entre otros, que absorben radiaciones en esta zona produciendo el aumento de temperatura de la atmósfera.
El dióxido de carbono y el vapor de agua que contiene la atmósfera son transparentes para la radiación solar, es decir, la dejan pasar casi sin absorberla, pero son opacos, fuertemente absorbentes a las radiaciones infrarrojas como las que emiten los objetos terrestres al calentarse.
Como resultado, los gases invernaderos actúan como un manto alrededor de la Tierra que lo aisla del espacio exterior, manteniendo una temperatura media mayor, que si la atmósfera no existiera.
El Ozono (O3): un filtro eficaz.
La capa de ozono es un verdadero filtro de las peligrosas radiaciones ultravioletas que emite el sol. Está compuesta por ozono, un gas cuyas moléculas contienen tres átomos de oxígeno. Si esta delgada faja de nuestra atmósfera desapareciera o se deteriorara, las consecuencias para los seres vivos serían catastróficas...
(Gentileza: Prof. Ing. Carlos R. Ayala.)